Decimocuarto domingo del Tiempo Ordinario

07/03/2022  |  Del Clero

El pasado domingo 19 de junio del presente año, los cristianos católicos celebramos la solemnidad del Cuerpo y Sangre de Cristo. El texto bíblico ha sido tomado de Lucas 9,11b-17. La escena es muy elocuente, clara y precisa. Nos presenta dos posturas muy significativas, la primera, la de los seguidores de Jesús (Apóstoles/discípulos) y la segunda la del mismo Señor. Veamos.

“Despedir”, el verbo que sobresale. No hay forma de brindar alojamiento y alimento. Dos grandes necesidades (Básicas) de todo ser humano, inclusive de los animales. ¿Quién de nosotros no se ha preocupado por satisfacer la necesidad de habitación/alojamiento y alimento? ¿Cómo sobrevivir ante el desamparo y el hambre? En la actualidad vemos y escuchamos en los medios de comunicación noticias, reportajes y análisis sobre la situación de hombres/ mujeres que se ven obligados a buscar un mejor lugar y el sustento para sus vidas.

Mejorar las condiciones de vida de tantos hermanos, es la segunda postura, la de Jesús. Es muy llamativa la exhortación del maestro de Galilea cuando dice: “Denles ustedes de comer”. ¿A qué apunta Jesús cuando nos dice eso? ¿Quiénes son los responsables de cumplir tal mandato? La respuesta es muy sencilla: TODOS.

Nuestra experiencia religiosa, de fe; debería redireccionarse hacia lo que pide el mismo Jesucristo. Una eucaristía sin pan para los demás está vacía y es ineficaz.

El apóstol Pablo en 1 Corintios trae unas palabras del mismo Jesús: “Este es mi cuerpo que se entrega por ustedes; hagan esto en memoria mía” (1 Co 11,24) Jesús se hace pan partido y repartido. Hacer memoria de él es: No olvidar quién fue y qué hizo Jesús ante sus hermanos los más necesitados. La clave para vivir la eucaristía, más que un simple rito/culto, es ser como el mismo Jesús y hacer lo que él hizo: SER PAN/ALIMENTO/VIDA para los demás.

Hoy, hay muchos marginados y hambrientos, tú como cristiano, ¿quieres hacer memoria de Jesús?

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