La Mejor Parte

by Diácono José  |  07/17/2022  |  Del Clero

No dejo de asombrarme de los Evangelios y de cómo cada vez que los leo descubro algo nuevo. Pareciera que el Espíritu Santo va quitando lentamente el velo y va dejándome ver las partes que son más apropiadas de acuerdo con la situación que estoy viviendo en mi vida.

Las palabras del Evangelio de hoy realmente me impactaron en este momento de mi vida. Es como si Jesús me estuviera diciendo: "José, mi querido José, estás preocupado y distraído por muchas cosas; sólo hay necesidad de una cosa. María ha elegido la mejor parte, que no le será arrebatada".

¿Cuántas veces nos involucramos en muchas cosas buenas que nos perdemos las cosas mejores? ¿Cuántas veces creemos que el mundo se va a detener si nosotros no estamos a cargo de el? En nuestro trabajo, en casa, y desde luego, también en la Iglesia. A veces creemos que el ministerio o el trabajo que hacemos en la Iglesia se va a terminar si no somos nosotros los que estamos dirigiendo. ¡A veces hasta nos preguntamos ¿cómo ha sobrevivido la Iglesia por tanto tiempo sin nosotros?!

Nos involucramos en tantas cosas buenas que nos perdemos las mejores. Muchas veces, como Marta, trabajamos duro para que algo salga bien, y trabajamos tanto que al final, nos perdimos de todo lo que paso por estar “atendiendo” los detalles.

Yo creo que pasamos la vida preocupándonos y trabajando tanto que nos perdemos la mejor parte. Nos volvemos adictos al trabajo para proveer más y mejores cosas para nuestros hijos, pero nos perdemos sus mejores años por no estar con ellos más tiempo. No involucramos en tantas cosas que ya no tenemos tiempo para nuestra esposa o esposo y nos perdemos las oportunidades de pasar tiempo juntos.

El Padre Ignacio Larrañaga solía decir que “por andar en las cosas de Dios nos olvidamos de Dios”. ¿Cuáles son las cosas buenas que nos están privando de las cosas mejores?

No esperemos hasta que sea muy tarde en nuestra vida para buscar las cosas mejores. La vida es muy corta y solo vivimos una vez. Disfrutemos del momento sin preocuparnos de detalles superficiales. Dejemos que Dios cuide de nosotros.

Ojalá que la próxima vez que Jesús venga a visitarnos, seamos como María y escojamos la mejor parte.

BACK TO LIST BACK