Queridos amigos.

Hemos iniciado un nuevo año, 2023, un ciclo más en nuestra vida que se nos pone en frente. Y al comenzarlo se nos recuerda el bellísimo texto de San Mateo que dice: “… en tiempo del rey Herodes, unos magos que venían de Oriente se presentaron en Jerusalén, diciendo: “¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido? Pues vimos su estrella en el Oriente y hemos venido a adorarle” (Cf. Mateo 2,1-2) Aquellos hombres que venían de tierras lejanas emprenden un caminar, frente a ellos se abre un nuevo horizonte. Ponernos en camino, ese debería ser el principal propósito o invitación, dejarnos guiar por la Estrella/Luz/Jesucristo/ Evangelio.

No es fácil emprender dicho caminar, quizá nos dejamos llevar por nuestros temores, miedos e inseguridades. Nos cuesta dejar nuestra zona de comodidad (Confort). Para lanzarnos en este nuevo caminar, requerimos de la valentía, el esfuerzo y la perseverancia. Tener la capacidad de soltar y renunciar a todo aquello que nos ata, amarra y esclaviza.

Como creyentes y seguidores de Jesucristo, les propongo unos propósitos a trabajar en este nuevo año:

Que nuestra comunidad de fe (Iglesia) sea madre de todos y todas, en especial de los que se sienten huérfanos.

Que nuestros hogares/familias sean “tiendas” de puertas abiertas, refugio para tantos y tantas.

Que la paz y la reconciliación, sea tarea de todos, dejando atrás todo deseo de venganza y resentimiento.

Que hombres y mujeres que sufren violencia, encuentren personas y espacios de esperanza, donde la vida y su dignidad sean respetadas.

Seguramente no faltará el “Herodes” que quiera impedir que avancemos en este nuevo caminar. Sería fundamental hoy más que nunca, escuchar la voz de Dios y saber esquivar todo aquello que nos aleja de este nuevo caminar. Que tengas un año 2023 en paz y armonía, de la mano del Buen Pastor.

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