Santa de la semana: la venerable Henriette DeLille

by ©LPi  |  11/05/2023  |  From the Clergy

La Venerable Madre Henriette DeLille fue una mujer de fe, perseverancia y servicio que dedicó su vida a la gente de Nueva Orleans. Su valentía, compasión y dedicación a los oprimidos fue un brillante ejemplo de lo que significa vivir una vida de servicio y amor.

Biografía: Henriette DeLille nació el 11 de marzo de 1813 en Nueva Orleans. Era hija de padre francés y madre criolla afrodescendiente. Como una persona libre de color, Henriette creció en el Barrio Francés, un área que estaba profundamente dividida por raza y clase social.

De joven, Henriette se vio profundamente afectada por el sufrimiento de los esclavos y la pobreza que la rodeaba. También se sintió atraída por la Iglesia Católica y sus enseñanzas de amor, misericordia y justicia. Se inspiró en el ejemplo de San Francisco Javier, un misionero jesuita que había viajado a la India y Japón para difundir el Evangelio. Henriette decidió que ella también sería misionera, pero enfrentó muchos obstáculos en el camino.

Uno de los mayores desafíos fue la discriminación racial que estaba muy extendida en la Iglesia en ese momento. Muchos católicos blancos creían que los negros eran inferiores y no aptos para recibir los sacramentos. DeLille se negó a aceptar esta injusticia y comenzó a trabajar con un grupo de mujeres de ideas afines para establecer una comunidad religiosa.

En 1835, Henriette y sus amigas fundaron las Hermanas de la Presentación, una comunidad que se dedicó a la educación de niños de poblaciones marginadas, el cuidado de ancianos y enfermos y las necesidades espirituales de su comunidad. Henriette se desempeñó como líder de la comunidad y tomó el nombre de Hermana Mary Therese, aunque todos continuaron llamándola Madre Henriette. Trabajó incansablemente para recaudar fondos, reclutar nuevos miembros y ampliar el alcance de su misión. En 1842 la Congregación cambió su nombre por el de Hermanas de la Sagrada Familia.

A lo largo de los años, las Hermanas de la Sagrada Familia se convirtieron en una poderosa fuerza de cambio en Nueva Orleans. Abrieron escuelas y orfanatos, establecieron hogares de ancianos y hospicios, y brindaron orientación espiritual a los necesitados. El liderazgo y la visión de Henriette fueron fundamentales para el crecimiento y el éxito de la comunidad, y se volvió ampliamente respetada y admirada por su trabajo.

En 1862, durante la Guerra Civil estadounidense, Henriette murió. La congregación atribuyó su fallecimiento a su difícil vida de servicio. En 1988, Henriette DeLille fue declarada Sierva de Dios por la Iglesia Casu vida ejemplar de santidad. En 2010, el Papa Benedicto XVI reconoció sus virtudes heroicas y la declaró Venerable.

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