Obispo Myron J. Cotta, D.D Reflexión mensual

by Obispo Myron J. Cotta, D.D  |  12/22/2024  |  From the Clergy

¡Feliz Adviento! Este tiempo de espera y preparación es justo lo que necesitamos para recibir con alegría al Señor en Navidad. En las Sagradas Escrituras escuchamos hablar de un “retoño justo”, un tierno retoño que brota, crece y promete nueva vida. Jesús es el verdadero “retoño justo”. En medio de todo el ajetreo, estamos invitados a abrazar un sentido de espera pacífica y expectativa gozosa durante el tiempo de Adviento. Estamos llamados a “preparar el camino del Señor” en lo profundo de nuestros corazones.

Jesús, el “retoño justo”, puede darnos la gracia y la misericordia para reconocer nuestro pecado y nuestras ansiedades y traerlos a él para sanarlo y perdonarlo mientras nos preparamos para su venida. Pongamos nuestra confianza en Jesús durante este tiempo de Adviento. Encontrémonos con él dondequiera que estemos en la vida, y que seamos guiados a experimentar un sentido más profundo de entrega mientras nos preparamos para la Navidad. ¡Este sentido fundamental de entrega es necesario mientras nos preparamos y recordamos la primera venida de Jesús en Navidad y anticipamos su prometida Segunda Venida! Para poder rendirnos, debemos desear con oración y alegría que “se haga la voluntad de Dios” y no la nuestra. Hace poco, me acordé de esto cuando me encontré con una reflexión sobre la necesidad de prepararnos para el Adviento. La reflexión titulada: “Esperar a Dios con un corazón entregado”, planteaba la siguiente pregunta: “Entonces, ¿cómo llegamos a ese lugar de rendición?”. Continuaba explicando: “Comienza con nuestro primer sí al Señor, la primera vez que le entregamos intencionalmente nuestras vidas y decidimos seguirlo. En ese momento, podemos tener miedo, sin saber qué nos pedirá el Señor o qué tendremos que enfrentar. Pero a medida que experimentamos su amor por nosotros y nuestro amor por él crece, somos más capaces de entregarle el control de nuestras vidas. Esto se debe a que hemos aprendido a confiar en él y tenemos más confianza en que él sabe lo que es mejor para nosotros incluso cuando algo no parece tener sentido para nosotros”. Este acto de rendición nos pide que reflexionemos sobre la gran entrega de María: su fiat. Es su fiat el que marca el tono para la temporada de Adviento. Ella es nuestro modelo. Su papel es siempre ayudarnos a prepararnos para la venida del Señor. Su entrega a la voluntad de Dios a lo largo de su vida no fue fácil. Sabemos que su momento de entrega más difícil fue el Viernes Santo, cuando estuvo al pie de la cruz y presenció el sufrimiento y la muerte de Jesús en el Monte Calvario. Pero su perseverancia y su confianza en Dios y sus promesas dieron como resultado la alegría de reunirse con su Hijo glorificado y resucitado el Domingo de Pascua. ¡Promesas dadas! ¡Promesas cumplidas! ¡Ese es el camino de nuestro Dios y Padre Misericordioso! Él no nos ha abandonado. Él continúa ofreciéndonos paz y reconciliación que se encuentran en el Don: su Hijo, el "brote justo", que promete vida: ¡vida eterna! Así que, hermanos y hermanas, esperemos la Venida del Señor con un corazón rendido. ¡Maranatha! ¡Ven Señor Jesús!

Deseando, a todos y cada uno, un Adviento lleno de gracia.

Obispo Cotta

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