Este 23 de noviembre celebramos el “Día de acción de Gracias”, acontecimiento muy significativo en los Estados Unidos. Recordemos algo de historia: La celebración se remonta al año 1621, según los historiadores, después de un penoso invierno donde muchos colonos ingleses perdieron la vida, parece que el milagro de la vida se hizo realidad. Gracias a una “Buena cosecha” los habitantes de Plymouth en compañía de los nativos Wampanoag pudieron compartir los alimentos.

Con el tiempo la celebración se olvidó y posteriormente se recupera en tiempos del presidente George Washington, de igual forma Lincoln le dio mucha importancia.

Hoy la celebración adquiere mucha relevancia para la sociedad norteamericana. Creo que es conveniente destacar los VALORES y la Riqueza de dicha conmemoración:

• Celebración del Don de la vida.
• La acción de gracias.Encuentro Fraternal y familiar.

Estas tres características, vistas a la luz de la fe cristiana (El evangelio) fueron vividas y valoradas por el mismo Jesucristo. Los relatos del evangelio nos narran el valor y la importancia que el Señor Jesús le da al encuentro fraternal, el don de la vida. Nuestra Eucaristía es toda una acción de gracias al Buen Dios.

Una mesa bien dispuesta para compartir con cercanos y alejados. Una mesa que conduce a la reconciliación familiar, a la memoria, a fortalecer los vínculos familiares. Que gran riqueza la de esta celebración.

No olvidemos poner un puesto para el Gran Invitado: Jesucristo, modelo de Amor y fraternidad.

Feliz y bendecido Día de Acción de Gracias.

Rev. Sergio Arcila

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