Al entrar en el segundo domingo de Adviento, comenzamos a escuchar más acerca de Juan el Bautista en el evangelio durante un par de semanas. Juan era el primo de Jesús y el niño que saltaba de alegría” dentro del vientre de su madre Isabel. Sabía quién vendría y a quién llevaba María dentro de su vientre. Y según dijo, estando en su ministerio de preparar el camino, había de venir uno mayor que él. Ese alguien fue Jesús, el Rey del Universo, el Salvador del mundo, aquel cuyo nacimiento celebramos en Navidad.

Juan sabía acerca de la preparación, de cómo poner las cosas en su lugar para el que vendría después de él. Si bien el Adviento se trata de preparación y espera (para la Navidad), el panorama más amplio es que todos debemos prepararnos para la segunda venida de Jesús, al final de los tiempos, donde vendrá a juzgar a los vivos y a los muertos.

Parte de la preparación para el reino celestial es comenzar a prepararnos y hacer lo mejor que podamos para hacer avanzar el reino de Dios aquí en la tierra.

Hemos comenzado un breve pero importante programa parroquial de aumento de ofrendas, invitándolos a todos a considerar aumentar su contribución semanal. Esto no sólo es importante como buenos administradores de nuestra parroquia, sino que es algo que podemos hacer aquí y ahora (preparar la parroquia) para aquellos que vinieron después de nosotros. Nuestra parroquia tiene más de 142 años, una de las más antiguas de la diócesis, miles de personas en ese tiempo ayudaron a prepararnos aquí y ahora para poder celebrar los sacramentos en los edificios de nuestra iglesia, poder atender a los necesitados, celebrar los sacramentos o intenciones de Misa en una oficina parroquial, para poder tener calefacción y aire acondicionado durante esos grandes eventos de fe. Puede parecer pequeño e insignificante, pero cuando cada uno de nosotros utiliza nuestros bienes y recursos, poniéndolos en común, esto no supone una gran tensión para ninguna persona o familia. ¡Es por eso que les pido a todos que encuentren una manera de aumentar su contribución semanal a nuestra parroquia, ayudando a prepararnos no solo para este mes, sino para los meses y años venideros!

Doy todas las semanas a la colecta a través de donaciones en línea y yo también aumentaré mis donaciones semanales en al menos un 10%.

Ayúdame, ayuda a tu parroquia, ayuda a avanzar, preparar y hacer presente el reino de Dios aquí en la tierra, en San Estanislao.

¡Gracias y que esta temporada de Adviento les traiga muchas más bendiciones, mientras todos esperamos y preparamos el camino para la venida de Cristo!

¡Feliz Adviento!

- Rev. Adrián Cisneros

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