La parábola de las semillas

by Diácano Oscar Cervantes  |  07/23/2023  |  From the Clergy

En esta parábola Jesús explica: El reino de los cielos se parece a un hombre que sembró buena semilla en su campo; pero mientras la gente dormía, un enemigo fue y sembró cizaña en medio del trigo y se marchó. Luego le dice la parábola de la semilla de mostaza y luego la otra parábola es la de la levadura. Si buscamos literalmente que significa cada una de estas parábolas quizás nos vamos aconfundir ya que las parábolas de Jesús solo nos estaban dando comparaciones de lo que nosotros humanamente entendemos para así explicarnos el reino de Dios. Por lo general tendemos a buscar a Dios en lo espectacular y prodigioso, no en lo pequeño e insignificante. Por eso a los oyentes de ese tiempo se les hacia imposible entender que el reino de los cielos ya estaba presente. Esto no es muy lejano al día de hoy ya que muchos todavía tendemos a no entender.

Talvez la más difícil de entender es la de semilla de mostaza ya que esta semilla crecía en las orillas del camino, pero crecía tan grande que servía de refugió para muchas aves. Así es el reino del cielo esta en tu camino y es tan grande que es nuestro único refugió. La parábola de la cizaña es la que mas nos afecta a muchos hoy en día ya que como los apóstoles queremos arrancar el mal de en medio de el bien, pero Jesús dice déjalo crecer juntos y al final de los tiempos separare el mal del bien, ya que al separarlos antes de tiempo podemos arrancar el buen trigo junto con la cizaña.

Dios quiere darnos la oportunidad de cambiar hasta el ultimo momento y así alejarnos del mal. Con esto nos ayuda a entender que no debemos juzgar ya que el juicio solo pertenece a Dios. El estar en medio de los no creyentes no nos debe hacer sentir mal ya que Dios está también en ellos. Si, así como nos dice en Isaías 65:1 Yo me he dejado encontrar por quienes no preguntaban por mí; me he dejado hallar por quienes no me buscaban. Dije:“aquí estoy, aquí estoy” a gente que no invocaba mi nombre. Extendí mis manos todo el día a la gente rebelde, que anda por malos caminos y sigue sus propios pensamientos.

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