¿Ya descansó del Triduo Pascual? Ciertamente fue una celebración impresionante con muchos voluntarios que pusieron de su tiempo, talentos y tesoro para la gloria de Dios. Por algunos días experimentamos lo que las primeras comunidades Cristianas experimentaron cuando “Todos se reunían asiduamente para escuchar la enseñanza de los Apóstoles y participar en la vida común, en la fracción del pan y en las oraciones.” (Hechos 2:42).

¡El Señor ha resucitado! ¡Aleluya!

A medida que avanzamos en el tiempo de Pascua, abracemos el espíritu de renovación, buscando el crecimiento espiritual y profundizando en nuestra relación con Dios. Que Jesús Resucitado viva en nuestros corazones y llene nuestras vidas con su paz eterna y su amor sin fin.

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La Pascua no es simplemente un día festivo más, no es simplemente otro momento para organizar un almuerzo o una fiesta, estamos celebrando la resurrección de Jesucristo y, como nos recuerdan las oraciones en una misa fúnebre, así como compartiremos la muerte de Jesús, así participaremos también de su resurrección. Es por eso que la Pascua es lo más grande y alegre que celebramos en nuestra fe católica. Aquí es donde realmente cobra vida el dicho “somos gente de Pascua”.

Queridos hermanos y hermanas:

Hemos llegado a la mitad del tiempo de Cuaresma y espero que todos sean perseverantes en sus prácticas cuaresmales de oración y penitencia. Una vez más, los animo que ofrezcan sus oraciones, rosarios, visitas al Santísimo Sacramento, Adoración, intenciones de misa y todos los sacrificios penitenciales por la paz del mundo. Oremos por el fin de la guerra en Tierra Santa, Ucrania y las naciones con problemas en África. Oremos por el fin del terrorismo, las atrocidades, la opresión política y otras injusticias que son pecados contra Dios y la humanidad.

Cada día de este tiempo de Cuaresma nos preparamos para renovar nuestras promesas bautismales, junto con toda la Iglesia, durante el servicio de la Vigilia Pascual en la noche del Sábado Santo. La Semana Santa del tiempo de Cuaresma culmina con la renovación de nuestros votos bautismales durante la Vigilia Pascual o el Día de Pascua. A través de nuestra renovación iluminada y más comprometida de nuestros votos bautismales, recibimos un derramamiento del Espíritu Santo.

Queridos amigos, ya hemos caminado más de dos semanas de nuestro caminar/desierto cuaresmal 2024. Y muchos de nosotros escuchamos el anuncio y la invitación del Señor Jesús: “Se ha cumplido el tiempo y el Reino de Dios ya está cerca. Arrepiéntanse y crean en el Evangelio” (Marcos 1,15) Ha llega un tiempo de gran importancia para hacer un alto en el camino/ vida y dejarnos cuestionar por el Señor, sobre nuestro proceder en la vida de cara a la propuesta del Reino de Dios. Mas que hablar del “Reino de Dios/Cielos” es vivirlo y hacerlo presente en cada momento de nuestro proyecto de vida. Vivir el Reino de Dios es vivir como Jesús vivió. De ahí la necesidad de la “Escucha atenta del mismo Jesús”

En este tercer domingo de cuaresma miramos cómo nos habla la palabra de Dios a través de las escrituras, nos hace un recordatorio de los mandamientos y cómo debemos comportarnos ya que es un Dios celoso y él conoce nuestros pensamientos y sabe bien en que fallamos en nuestra vida. Si él nos recuerda cómo debemos comportarnos, para que podamos estar en gracia con él, ya que él tiene palabras de vida eterna y en él no existe falta alguna.